1. Paciencia
Antes de empezar, recuerda que tu hijo está aprendiendo algo completamente nuevo. Habrá errores, y eso está bien, no pasa nada. Mantén la calma y trata de ser un apoyo, no una fuente de estrés. Piensa que siempre hay una primera vez para todo.
2. Conoce las reglas del juego
Asegúrate de estar al tanto de las leyes de tránsito locales y de cómo funciona el proceso para obtener la licencia en tu zona. Esto te ayudará a guiarlo correctamente y evitar sorpresas.
3. Busca un lugar tranquilo para empezar
Las primeras prácticas son mejores en un estacionamiento vacío o una calle tranquila. Esto ayuda a que tu hijo se sienta seguro mientras aprende lo básico sin la presión de otros autos alrededor.
4. Enseña lo esencial primero
Antes de lanzarse al tráfico, asegúrate de que tu hijo domine:
- Cómo ajustar el asiento y los espejos.
- Los controles básicos del auto (pedales, intermitentes, luces).
- Arrancar y detenerse suavemente.
Con esto cubierto, el paso al tráfico será mucho menos abrumador.
5. Sé un buen ejemplo
Recuerda que tu hijo aprende mucho observándote. Maneja con responsabilidad: respeta las señales, sigue los límites de velocidad y evita distracciones como el celular. Si quieres que él tenga buenos hábitos, muéstraselos primero.
6. Varía las prácticas
A medida que gane confianza, introdúcelo a situaciones nuevas: conducir de noche, bajo la lluvia o practicar estacionamientos en paralelo. Así estará mejor preparado para cualquier situación que se presente.
7. Corrige pero con calma y sabiamente
Si tu hijo comete un error, respira profundo y explícale qué pasó y cómo puede mejorar. Evita los gritos o reacciones bruscas, eso solo aumenta la tensión.
8. Hazlo en sesiones cortas
Practicando 30-60 minutos cada vez es más que suficiente. Nadie aprende bien cuando está cansado o estresado, así que es mejor repartir las prácticas de buena manera.
9. La seguridad es primero
Habla con él sobre la importancia de usar el cinturón, respetar las señales y no distraerse con el celular mientras maneja. La seguridad siempre debe ser lo primero.
10. Celebra sus logros
Cada vez que logre algo nuevo, como un buen estacionamiento o un cambio de carril correcto, celébralo. Estos pequeños triunfos son enormes para un aprendiz y lo motivará a seguir mejorando cada día.
Enseñar a tu hijo a manejar no solo es una lección práctica, también es una forma de mejorar su relación con ellos. Disfruta del proceso!